![]() |
|||||||
![]()
Fe Blasco. Poéticas de resistencia
Sala de exposiciones del Torreón Fortea, Zaragoza
Hasta el 28 de julio, la sala del Torreón Fortea de Zaragoza acoge la exposición Por alegrías y disparates con una treintena de obras de la artista plástica Fe Blasco (Barcelona, 1952). Delicadamente comisariada por Mª Luisa Grau y Antonio Ansón cuenta con un interesante catálogo que debemos celebrar. La autora protagonista, que comenzó a colaborar de forma muy selecta ilustrando paraEl Europeo o en la revista Vogue y realizando portadas para editoriales como Anagrama y Plaza y Janés ahora expone en Zaragoza. Se exhiben en el Torreón una variedad de obras de pequeño, mediano y gran formato, especialmente numerosas son las de acrílico sobre lienzo y un par de muestras de obras gráficas de grabado y lápices de colores. Blasco conforma en el Torreón Fortea una interesante bitácora con piezas seleccionadas desde la década de los noventa hasta la actualidad. La obra allí reunida sabe bien estimularnos la retina, como si en un espectáculo multicolor de variedades estuviéramos, y, al mismo tiempo, consolarnos el corazón como una luminosa antología poética. Todo ello es posible gracias a un prodigioso gusto por el detalle, por un ornato que deviene imprescindible y que nutre las imágenes de la autora. En la obra de Blasco se percibe un sincero amor hacia las vanguardias del siglo XX y sus mundos sutiles. Sus piezas poseen guiños a la pintura fauve, la naïve y acarician registros surrealistas, trufados como están sus lienzos de símbolos y de signos personales, en un esmerado relato interior siempre en estado de gracia. Me han vuelto loca sus fantásticos escenarios donde convoca a sus personajes transmutados en encantadoras siluetas, desplegando diferentes planos y enigmáticas narraciones: allí todo está enunciado pero, como en la poesía, nada se descifra. Sus figuras poseen aromas naíf que, sin embargo, sostienen algo dramático: nos lo advierten sus obras como Vete bicho, Cómo sobrevivir o Rosas blancas. Imágenes que trabajan en nuestra mente también como apariciones, como encuentros con la intimidad de la autora y oportunidades para encarnar, a pesar de todo, nuestros propios miedos. Adoro cómo Blasco en una misma escena va combinando asuntos tremendamente delicados, como esos piececitos, casi infantiles que aparecen en La palmera o La pedida, y exponer simultáneamente unas manos en torsión, casi quebradas, a veces como espuelas o simplemente elementos dentados, como picos, rombos o figuras de formas afiladas. Estos elementos, discretos por su aspecto ornamental, pero, a la postre amenazantes, actúan súbitamente cambiando el rumbo apacible del relato. Entonces, estas estrellas, estas formas dentadas hacen estallar una nueva realidad más cercana al abismo emocional, más cercana a la intensa seguiriya que a la reposada orilla de las alegrías. Por otro lado, apreciamos en su obra delicados matices del art brut y arte outsider, especialmente en Cómo sobrevivir, con juegos ópticos y contrastes que nos enfrentan ante la muerte y sus pesadillas sincopadas; o en La domadora, donde aparece una fantástica pantera en imposible escorzo, con unas formas muy ingenuas, pero, a la que nadie se aproximaría sin un buen látigo. Frente a ella, solo está la domadora, que no es otra que la artista, con mirada firme y sosteniendo también el aro que la fiera deberá traspasar. La singularidad de su estilo autodidacta puede disfrutarse también en Circo argentino, una tierna escena de cuidado entre acróbata y su caballo, de gran libertad cromática y espontánea abstracción anatómica. Siempre es delicioso compartir con una artista su espacio doméstico, en su increíble obra Colgando un Blasco, parece invitarnos a participar de su mundo cotidiano como espectadores a través de una fresca y tierna referencia a su intimidad. Observamos cómo se instala uno de sus cuadros en una pared mientras ella trata de cazar una mariposa. Las poses de los personajes son elegantes y la escena se llena de un aire de flotante felicidad. Esta muestra, que podrá verse hasta el 28 de julio, conquista lo universal de los espacios de intimidad. No puedo obviar, a pesar de la belleza de sus cuadros, la parte biográfica de la autora, su historia de vulnerabilidad y su preocupación por mantener la salud mental que queda bien documentada en el catálogo. Sus obras se ven colmadas por una poética contra el exilio interior, son pura canción contra las noches más negras del alma. Su presencia en la sala es asombrosa, sólo como un espectáculo de circo acrobático sabe mostrar. Fe Blasco nos regala un verdadero arte de resistencia.
Rosa SERRANO MUÑOZ
Profesora de Filosofía en EEMM y Bachillerato Fecha de Entrega: 30/06/2024 Fecha de Admisión: 30/06/2024 << volver ![]() |
|||||||
![]() |