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María Zárraga. De sombras y volcanes
La exposición “De un sistema particular de sombras”, inaugurada el 15 de diciembre de 2022, es la primera exposición individual de María Zárraga en la galería The Liminal –fundada y dirigida por Pablo Vindel- y permanecerá abierta al público hasta el 10 de marzo de 2023. María Zárraga (Valencia, 1963) es una artista visual que ha trabajado en el ámbito de la fotografía y la escultura, en conocidas series fotográficas desde los años noventa. En esta exposición se produce una vuelta a una marcada presencia corporal, con un sentido estético teatral y ficcionado, que la vincula con sus comienzos, como en la fundacional serie fotográfica “De amor e incendios” (1999). De hecho, en directa relación con las temáticas y formas que se trataban en la serie “De amor e incendios” las obras actuales me han sugerido el título de “De sombras y volcanes”, en un paralelismo y vuelta circular al mundo creativo de la artista. “De un sistema particular de sombras”, es una exposición que contiene, en efecto, fotografías escenificadas, pero también esculturas y dibujos. En las fotografías aparece un cuerpo, del que vemos las piernas, los brazos o los pies, o algo de pelo en la cabeza que asoma, estando el resto (el rostro y la identidad) ocultado por complementos de vestuario, como “cera” (plastilina) que construye piernas o zapatos; y vestidos-capa, faldas, etc. realizados con un sistema constructivo de pliegues del material que resulta en un volumen de carácter geométrico, arquitectónico. Estas vestimentas y objetos presentan una solidez que convierte estas imágenes casi en esculturas fotografiadas. En todas las fotografías la iluminación parte de un fondo negro, en sombra, con el foco de luz puesto en las faldas/vestidos de color naranja de pliegues escultóricos, y en los fragmentos de piernas o los zapatos, de unos seres sin rostro que aparecen de entre las sombras. El efecto lumínico proviene de la técnica pictórica del claroscuro, empleada por Caravaggio o Zurbarán, en la que se añade dramatismo a las escenas representadas, oscureciendo las sombras y transformando los objetos en brillantes haces de luz. Esto las dota de un carácter misterioso, irreal. La técnica pictórica del claroscuro consiste en agregar luz y sombra a un objeto con la finalidad de que aparente ser tridimensional, real. Se conoce también como “sombreado” y ayuda a la ilusión de realidad en la pintura y el dibujo. ¿Qué significaría entonces el claroscuro en escultura? El claroscuro en escultura se transforma en teatral: se tratará, al revés, de generar un espacio ilusorio dentro del espacio real, como hacen los focos en el teatro. Convierte así la realidad en ficción, en representación. Podemos decir que María Zárraga propone con esta exposición diversos juegos ficcionales: en las fotografías, en las esculturas y también en la propia galería, en la que genera un espacio de ficción dentro del propio espacio de la galería. En ese sentido, para reforzar esa sensación de haber entrado en un escenario, de haber entrado en “un sistema particular de sombras” las propias paredes han sido pintadas. Las fotografías de la exposición, todas realizadas en 2022, son Gemelas Arbus, situada en la entrada de la galería, Klein, situada tras el armazón de Refugio de Restos y Helmut, al fondo de la galería. En las dos fotografías que componen Gemelas Arbus, una falda-vestido realizada con un sistema de pliegues de papel -en tonos rojos- oculta el torso y cintura de las figuras, que emergen de un fondo negro sin cabeza ni rostro, sólo asoman las rodillas y piernas. Una de las gemelas tiene los pies/zapatos de color verde, la otra de color rojo. Ambos parecen zapatos o fogonazos en forma de llama. Los verdosos se giran en dirección a los rojos, y viceversa. El conjunto genera extrañeza e irrealidad, dos seres flotantes, algo descoyuntados, que emergen de entre las sombras. En el caso de Klein, una gran capa-vestido-falda anaranjada, que parece fuego ardiente, hecha asimismo de papel plegado, oculta una figura femenina, sentada en un pequeño taburete, de la que solo vemos asomar algo de pelo de la cabeza, y los pies desnudos.También asoman parte de las patas de la sillita. La figura recuerda a un volcán que emerge de la oscuridad, con un algo de juego teatral, un humor carnavalesco, de disfraz. En el caso de Helmut, una falda naranja realizada a base de pliegues oculta el torso y la cintura de una figura sin cabeza, que emerge de un fondo negro. La figura aparece con la pierna izquierda adelantada convertida en una estructura iluminada, naranja, que parece cera (está hecha de plastilina) como si fuera una pierna-prótesis-cirio-tronco que termina bruscamente a la altura del tobillo, sin pie, reforzando la idea de un tronco-pierna. Vislumbramos por detrás la otra pierna y el pie, desnudos. Como réplica de esta pierna-prótesis-cirio-tronco de la fotografía, hay un par de bloques del mismo color naranja, que hacen como de pie externo, sólido, real, de la fotografía, conectando la fotografía y el suelo, de modo que enmarcan y sujetan la fotografía. De este modo se convierte a la fotografía en una escultura, recalcando la ambigüedad y el terreno híbrido en el que se mueven estas obras: los juegos de idas y venidas de la representación nos redirigen constantemente al gesto brechtiano, el gesto arbitrario que nos saca de la ilusión de realidad objetiva y nos hace conscientes del artificio, de la representación. Tras Helmut, que hace de término medio entre fotografía y escultura, se muestran también desarrollos de esas “esculturas” que aparecen en las imágenes, que cobran entidad por sí mismas, tanto en forma de pieza (Sistema Solar o Túnel de la Miseria) como de modo más instalativo (Refugio de restos). También encontramos una serie de dibujos (Dibujos Sombras) a tinta china y grafito, cronológicamente los más antiguos de la exposición. En la principal sala de la galería, nada más entrar en la misma y visible desde el exterior, vemos en el suelo la pieza Sistema Solar (2022). Se trata de una forma circular plana, a modo de capa/falda extendida en el suelo, conformada por pliegues hechos con plastilina barnizada. Con un diámetro de dos metros, recuerda a la arena circular de una plaza de toros, también, en las formas plegadas y al sobreponerse unas sobre otras, hay una reminiscencia al capote de los toreros. Es la única pieza que contiene tonalidades azules en la parte exterior. Hay algo que remite, en su forma circular, también a los danzantes sufíes. Fuego, naranja, expansivo, lucha, sangre. Fuerza, contundencia, y por el gran tamaño también. Sin embargo, en el contexto de la exposición y atendiendo a los títulos, parece la contestación al resto del “Sistema particular de sombras”, dado que aquí todo permanece “iluminado” y hay un colorido festivo, como una intensidad en la pelea que también es disfrute. En cuanto a Refugio de Restos (2022), consiste en una especie de estructura, de color naranja ácido, que sirve de estantería-expositor en la que se han colocado esculturas que forman o han formado parte de la escenificación de otras fotografías, junto con fotografías de años anteriores, donde podemos escudriñar el proceso de creación de la artista, atisbando los restos que va dejando su quehacer a lo largo del tiempo. La parte posterior del armazón sirve de soporte a la fotografía Klein. Respecto al Túnel de la Miseria (2022), parece que se haya representado un fragmento completo del acto teatral: vemos el desfile de estas diez figuras, pero la artista nos deja ver la construcción del propio túnel, de modo que remite a una maqueta (representación de la representación de nuevo). Diez figuritas, de formas fálicas, de color verde oscuro, van desfilando, con capuchas/vestidos largos, que ocultan sus cabezas y cuerpo y solo nos dejan ver las rodillas y pies. Desfilan a ciegas, sin rostro. Se desprende cierto humor negro, irónico, en un desfile de nuestras miserias... Los Dibujos Sombras (conformados por Sombras mirando hacia arriba, Sombras en ángulo, Sombras apretadas, ySombras con humo) realizados con tinta china y grafito sobre papel, son cronológicamente los más antiguos, se podría decir que son los orígenes del mundo de sombras (“sistema particular de sombras”) en el que nos introduce la artista en esta exposición. Nos dan la clave de los personajes que luego saldrán individualizados en las fotografías o en las esculturas, en el desfile del Túnel de la Miseria. Los dibujos así, estarían conectados con Refugio de Restos, pues si aquellos son la presentación de los personajes de este “sistema particular de sombras”, en el Refugio de Restos se nos muestra la genealogía y proceso de construcción del “sistema”. “De un sistema particular de sombras” es una exposición contundente, coherente, llena de fuerza, con un humor negro de una ironía velada. Llama la atención la potencia y elegancia del conjunto. Asimismo, las tonalidades elegidas: rojos, anaranjados y negros principalmente, que remiten a una sensación de desierto “volcánico”: la fuerza y el calor del fuego y del sol ardiente, junto con la idea de la sombra como una lava negra… Una deuda -ya mencionada- con la pintura barroca y el uso de un claroscuro dramático, pero a su vez ácido (esos naranjas, amarillos, rojos casi fosforescentes). Se presentan así mismo, homenajes más o menos explícitos a ciertos fotógrafos que fascinan a la artista (Helmut Newman, Diane Arbus, William Klein), y que revelan su alineación con la fotografía que se sabe representación y lenguaje codificado, más allá de pretensión de captación objetiva de la realidad. Los materiales escultóricos predominantes, la plastilina, la pasta de modelar, el pliegue como generador de volumen o el poliestireno como material constructivo, remiten al mundo del artificio teatral. Este “sistema particular de sombras” abarca tanto lo estético -el sistema particular del claroscuro como lenguaje artístico reinterpretado en clave fotográfica, teatral o escultórica- como las sombras, en el sentido junguiano -ese submundo convulso de nuestra psique donde se contiene lo más primitivo, los egoísmos o los instintos más reprimidos- el lado oscuro más o menos inconsciente de cada cual, junto con la metáfora de todo lo que permanece en la sombra: oculto, disimulado, escondido, reprimido, invisible, indescifrable, etc., tanto personal como socialmente. Lo que aparece iluminado, en el fino humor de la artista, no deja de ser una prótesis, un destello, un artificio, un teatro… Aunque no exento de cierta magia e incluso cierto misticismo con un aire de festividad ácida, carnavalesca, profana, material, que adquiere la forma de un volcán, latente o en erupción. Las interpretaciones y lecturas de este “sistema particular de sombras” son numerosas, y se abren a lo que cada espectador o espectadora que se sumerja en ellas experimente. Por último, cabe agradecer y recomendar la posibilidad de realizar un recorrido en 3D sobre la exposición en la página web de la galería, lo que expande la posibilidad de consulta más allá del término de la exposición.
Silvia MARTÍ MARÍ
Miembro de AACA, AECA y AICA Fecha de Entrega: 03/03/2023 Fecha de Admisión: 12/03/2023 << volver ![]() |
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