Número 62 | Marzo de 2023
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Cisnes. Cien años de danza clásica en Zaragoza
Exposición temporal en Centro de Historias de Zaragoza (Pza. San Agustín, 2). Del 07-10-2022 al 08-01-2023
 
 

La propuesta expositiva del Centro de Historias ―ubicado en parte de los terrenos del antiguo convento y cuartel de San Agustín― ha procurado demostrar con cada una de sus propuestas, que es un museo de arte moderno y contemporáneo que apuesta por la diversidad en formatos y temáticas. Por su espacio interior y exterior han pasado variadas disciplinas artísticas tan variopintas como la moda, diseño gráfico, cine, comic, urbanismo, grafiti…, que unidas a las ya tradicionales y su exposición permanente de la Escuela-Museo de Origami (EMOZ), conforman un corpus erendedor en el panorama expositivo de Zaragoza. Igualmente, ha dejado siempre un hueco en su programación para la muestra de músicas y danzas de distintos estilos y procedencias. Sin embargo, en esta ocasión y por primera vez, se ofrece esta danza musealizada.

Precisamente y entendiendo esta musealización en su sentido más canónico ―es decir como una transformación de un bien de interés cultural en museo, con el fin de preservarlo― el equipo formado por la museógrafa y gestora cultural Beatriz Lucea, la comisaria Ana Rioja y el director de arte Anto Moreno, junto con el apoyo del Servicio de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, se han puesto como objetivo hacer un recorrido por la trayectoria del ballet en Zaragoza, desde María de Ávila hasta la actualidad.

La temática de la exposición surgió durante el pasado confinamiento en 2020 por la Covid. Fue entonces cuando Bea Lucea (Lucea Valero) conoció la noticia del centenario del nacimiento de la bailarina y profesora de ballet María de Ávila (10.04.1920-27.02.2014) y pensó en que un personaje tan relevante para el panorama artístico de Zaragoza, no iba a recibir ningún homenaje visible debido a las circunstancias. A partir de la figura de esta insigne bailarina, reflexionó sobre lo poco conocido para el gran público, de la historia del ballet en Zaragoza, que sin embargo ha contado con figuras internacionales de la danza clásica. Una vez conceptualizada la muestra, Lucea definió y desarrolló la misma, gracias a la colaboración conjunta con la periodista y escritora Ana Rioja, que es autora de la más relevante biografía sobre María de Ávila (Rioja Jiménez, 1992) hasta la fecha y posee además un amplio cocimiento de las figuras del ballet, surgidas desde Aragón en las últimas décadas. Cerrando el círculo creativo de esta muestra, se encuentra el diseñador y director de arte Anto Moreno, el cual aporta la propuesta gráfica y visual.

La exposición Cisnes. 100 años de Danza clásica en Zaragoza, se ha ubicado en el espacio expositivo del nivel 2 del Centro de Historias y ocupa al completo sus tres salas y anexo para proyecciones audiovisuales a través de objetos personales, vestuario, fotografía, diseño gráfico, ilustraciones y esculturas-objeto. La primera sala está dedicada a María de Ávila y su biografía. Es el comienzo de este viaje, en el que se hace un guiño muy especial a su hija, la bailarina, maestra y coreógrafa Lola de Ávila, que sigue con su trabajo perpetuando el legado de la danza. La sala aparece cubierta de fotos e información relacionada con la vida y trayectoria profesional de ambas. Así mismo, se pone a disposición del espectador, gran cantidad de objetos personales, entre los que destaca la silla de madera que utilizaba María de Ávila durante sus clases. Tras esta sala, se accede al mundo que envuelve la práctica y los sacrificios de la danza clásica aragonesa, presentado a través de los ojos de algunos de sus artífices. Gracias a ellos, llegamos a un espacio dedicado a cartelería y vestuario de los grandes estrenos, que enlaza y dialoga con la siguiente sala. En este último espacio, se pueden ver las fotografías de los rostros más relevantes e internacionales de la danza aragonesa, así como un autentica introducción en la representación escenográfica, a través de elementos y recursos de la puesta en escena. El último espacio pretende cerrar narrativamente la propuesta, mostrando a los protagonistas de la actualidad del ballet y danza contemporánea, como un futuro esperanzador ante la incógnita actual de una disciplina artística, que precisa de un mayor apoyo por parte de las instituciones. El visitante puede encontrar en este tramo final, algunas exquisiteces propias de un gabinete de curiosidades, como ilustraciones y objetos escultóricos de propuestas escenográficas firmadas por los artistas Antonio Saura, o Pepe Cerdá entre otros.

Se trata, de una muestra sin precedentes en Aragón, para la que se ha reunido gran cantidad de material de archivo, visual y objetual, que ya es marca de autor de las exposiciones generadas desde Lucea Valero. Desde el punto de vista del espectador habitual, resulta muy curioso ver como de un día para otro, se han cubierto por completo todas las pinturas murales de la anterior exposición efímera, “El color de lo público”. Sin embargo, la sensación de pérdida se atenúa al ver una muestra tan dinámica como la que nos ocupa y si reflexionamos sobre el largo proceso de preparación ―dos años nada menos― durante el que se ha cocinado a fuego lento. En ella prima lo emocional, ya que es un homenaje y busca una narrativa para captar al espectador. Equilibrando la balanza, encontramos el sofisticado trabajo de diseño gráfico de Anto Castro, que utiliza en muchos casos la jerarquización de tamaños y fuentes, para facilitar la lectura del ingente material documental aportado por Ana Rioja en sus cartelas. Y es que, una parte fundamental de la muestra es generar una historiografía que ponga en valor la danza clásica en Aragón, disciplina sobre la que no existen muchos estudios. Intuimos igualmente, la voluntad de alzar una voz reclamando atención para el ballet y en cierto modo, para todas las artes escénicas en nuestra Comunidad.

“Cisnes, cien años de danza clásica en Zaragoza” resulta, en definitiva, una sentida celebración de la vida y legado de la que fuera prima ballerina assoluta del Teatro Liceo de Barcelona ― María de Ávila― y maestra de miles de alumnos de danza, esos cisnes que dan título la exposición. Aquí solo se han podido mostrar algunos de sus rostros, pero son muchos más. Porque esta muestra trata de mostrar al gran público, la riqueza local de esta disciplina a través de sus fotos, tutús, zapatillas de ballet, cartelería, documentos y objetos. Todo ello, aparece dispuesto mediante claves de la puesta en escena: carga expositiva focal en los centros de los espacios, piezas suspendidas desde el techo, objetos-escultura pertenecientes a atrezo auténtico… Se persigue el lirismo y lo etéreo, incluso lo flotante como vehículo más conceptual. La parte más emotiva se disfruta con objetos dispuestos por las salas, como la silla en la que María de Ávila estuvo dando clase hasta los 80 años ―evoca de manera especial su presencia― la chaqueta con la que recibió el Premio Zaragoza y sus icónicas gafas de ver.  A la postre, nos encontramos ante una muestra que, partiendo de premisas clásicas, consigue incorporar a su estructura y contenido, aspectos de la museología más actual. Se trata de, no lo solo conectar con el público general, si no captar y ofrecer propuestas para un público más joven a partir de guiños frescos e interdisciplinares, como la cortina de plástico que acoge un texto del artista Maiky Maik, que sin pretenderlo, se ha convertido en uno de los espacios más instagrameables del Centro de Historias.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:                                                                                                               

Rioja Jiménez, A. (1992) María de Ávila. Zaragoza: Gobierno de Aragón

Ruth BARRANCO RAIMUNDO
Diseñadora e Historiadora del Arte especializada en Lenguaje y Cultura Audiovisual

Fecha de Entrega: 15/12/2021
Fecha de Admisión: 15/12/2021


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