Número 61 | Diciembre de 2022
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Quinita Fogué. El álbum de la memoria (1985-2022)
Museo de Teruel, hasta el 2 de febrero de 2023
 
 

Quinita Fogué es una artista que siempre va hacia adelante sintiendo siempre la tierra entre sus pies. Así define Desirée Orús, comisaria de esta exposición, la filosofía que inspira esta muestra retrospectiva con una selección de treinta obras que abarca casi cuarenta años de su trayectoria, y que pertenecen a colecciones privadas y sobre todo a la colección de la artista.

Fogué sabe de donde viene, de familia de agricultores de un pequeño pueblo de la provincia de Teruel, Bañón, que no entendía su inclinación artística, pero ella sabía perfectamente a dónde quería llegar. Desde pequeña le gustaba pintar, cantar e imaginar, inventar historias que se contaba a sí misma, relatos que soñaba desde su ventana, en donde la vista se le perdía en la llanura, al otro lado del Jiloca, y se preguntaba qué habría más allá. Cuando creció, también creció su afán de conocer y viajar, y de las vivencias de esos periplos surgieron muchas de las obras que nos dan su visión de los diferentes lugares y culturas.

Se inicia con esmaltes y en 1985 pasa a dedicarse totalmente a la pintura, en este momento sus obras se estructuran en campos geométricos dentro de los que encontramos pinceladas gestuales que aportan riqueza de matices en azules, morados, rosas o tierras. Trabaja con óleos sobre lienzo y ya empieza a introducir materiales que aportan textura, como en Reflejos.

En los años noventa además de trabajar el óleo sobre tela, lo realiza también sobre papel, consiguiendo magnificas obras totalmente abstractas en las que predominan sus luminosos colores azules, rojos, naranjas, amarillos con chorreados y degradaciones que se nos antojan explosiones de color. En otras ocasiones estos derroches luminosos son más sosegados y nos aportan calma. Muchas obras de esta época llevan títulos que nos acercan a sus vivencias viajeras. En estos años trabaja grabado y a finales de esta década empieza su investigación con pigmentos naturales que aportan a sus creaciones profusión de texturas, y es el momento en que con sus intensos colores amarillos, azules, rojos y sobre todo tierras naturales, cuando más acerca a nuestros ojos su amor por su pueblo y sus campos: Horizonte azul, Tierras arenosas, Dulce verano, Surcos sin agua... Ahora ya no se trata de abstracción, podemos ver paisaje y también empiezan a aparecer sus personajes.

Su viaje a Marruecos supone un giro en su pintura. En los primeros años del siglo XXI tiene mucha importancia la arquitectura, que seguirá presente siempre en su obra, intrincados laberintos de callejuelas y viviendas, puertas, ventanas y escaleras pueblan sus cuadros, infinidad de motivos, palmeras, árboles, lunas, elementos geométricos: círculos, triángulos, cuadrados, rectángulos o rombos. La técnica es mixta, introduce además de pintura, recortes de periódico y revistas, cuerdas, elementos vegetales, cadenas... Junto con los intensos azules, encontramos tonalidades más claras de azul, blancos, rosas, arenas, que definen bien el urbanismo como en Kasbas o en Romper cadenas.

De 2009 hay una importante obra que podemos considerar de transición, Pasos, se trata de un tríptico de grandes dimensiones (280 x 112 cm) en acrílico sobre papel. A modo de plano podemos seguir los símbolos que ocupan sus obras: puertas, ventanas, ropas, círculos, escaleras, enrejados y los hilos conductores que van a guiar a sus personajes. Los tonos son cálidos y más atemperados que los que vamos a encontrar a partir de ahora, atrevidos contrastes rojos-azules, naranjas-rojos, azules-amarillos, que están muy bien solucionados por Fogué a pesar del riesgo que conllevan. 

Las figuras que aparecen en su obra son esbeltas y sencillas, apenas siluetas que suben escaleras, se asoman a las puertas y ventanas o miran pertinazmente el suelo como en Escuchar la tierra. Escenografías oníricas, unas veces con abundancia de personajes y en ocasiones vacías, así llegamos a sus últimas creaciones de 2022, realizadas en pintura acrílica sobre papel o tela, es la serie Despoblación. El empleo del papel es una constante en la artista, soporte con el que se siente muy cómoda, y que domina.  En estos momentos la preocupación de Fogué es la despoblación, le duele, a ella le gustaba ver a la gente del pueblo pasar, ahora apenas pasa nadie, echa de menos a los vecinos, por eso pinta casas vacías exteriormente, pero en su interior están llenas de vida, de sufrimiento y alegría, de llantos de niños, de conversaciones y de consejos de la gente mayor.

En esta exposición vamos a ver exclusivamente pintura, no obstante Fogué es una creadora polifacética que ha realizado también grabados, esmaltes, esculturas con toda clase de materiales, desde escayola, jabón, alambres, cartón, madera, piedra, acero, hierro, bronce... Libros de artista en los que los dibujos van acompañados de sus reflexiones. También encuentra su forma de manifestarse mediante instalaciones, muy creativas, como Peldaño a peldaño, Nómadas del destino... La instalación que realiza en el museo de Teruel es Autorretrato, como cierre de este álbum de la memoria, es un resumen de su vida y de su quehacer artístico. El él están todos los elementos de su pintura, las ricas texturas que están presentes en sus obras, conseguidas mediante la incorporación de diferentes materiales: tierras y pigmentos naturales, papeles rasgados o arrugados, hilos, lanas, puntillas y telas encontradas en el baúl de su casa y que reutiliza dándole nueva vida a algo que ya la tuvo, aportando al cuadro sus recuerdos, sus vivencias y, por lo tanto, vida. El color, tan importante para ella, colores fuertes y luminosos, el azul intenso y limpio del cielo de Teruel, el amarillo que tanto le gusta y que es la luz y en especial la tierra, tan esencial para la artista, pisarla, olerla, de donde viene la vida y lo último que queda, porque como dice ella, siempre está ahí. Su sombrero de viajera, su pincel, los árboles que no encontraba en su pueblo y por eso los pintaba sin hojas, los círculos que representan la visión circular desde lo alto de la torre de la iglesia, sus puertas y ventanas...

La Diputación de Teruel por segundo año realiza el calendario Pioneras, para hacer visible la labor de mujeres que destacan en sus profesiones: escritoras, científicas, deportistas, conductoras, agentes de protección de la naturaleza, y entre otras profesionales, artistas, este año representadas en el mismo por Quinita Fogué. Este calendario tiene que ser un instrumento para potenciar la concienciación en la igualdad de género a edades tempranas, para que estas mujeres sirvan de ejemplo y estímulo, como material para trabajar en los colegios.

En esta exposición se nos manifiesta el mundo interior de la artista, sus vivencias, sus viajes, sus querencias.  Fogué agradece a la vida haber nacido en Bañón y haber tenido unos padres sencillos que han sabido inculcar a sus hijos el respeto a los demás.

María Pilar SANCET BUENO
Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza. Miembro de AACA, AECA y AICA

Fecha de Entrega: 27/12/2022
Fecha de Admisión: 28/12/2022


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