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Entrevista a Diego Arribas
con motivo del premio AACA 2014 a la Fundación Museo Salvador Victoria.
La Fundación-Museo Salvador Victoria es un ejemplo de cómo se deben gestionar los centros monográficos. El edificio ubicado en la localidad natal del artista, Rubielos de Mora (Teruel), alberga una importante colección del propio Salvador Victoria, pero también exhibe las obras de amigos del artista con los que mantuvo relación a lo largo de su vida. La Fundación no solo se nutre de los fondos permanentes sino que cuenta con una sala de exposiciones que desde sus inicios ha mantenido un alto nivel. Baste nombrar la última dedicada a Jorge Oteiza. Una labor que la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte (AACA) ha distinguido con el Premio al Mejor espacio expositivo 2014. La Fundación Museo Salvador Victoria tiene un alma que es Marie Claire Decay, viuda del pintor, quien no ceja en difundir su obra. Su rostro sereno y su exquisita dulzura, es el puente que facilita la comunicación con los artistas para configuran el calendario expositivo. Un museo que no podría seguir adelante sin el empeño y el apoyo del alcalde de Rubielos de Mora, Ángel Gracia. Y por último una labor gerente que desempeña con rigor y gran esfuerzo personal, Diego Arribas, director del museo, con quien hablamos.
AACA les ha otorgado el Premio al Mejor espacio expositivo. ¿Cómo se logra mantener un nivel tan alto por el que han pasado los nombres más importantes de la vanguardia contemporánea española como Canogar, Chillida, o Millares? sin olvidar la última exposición dedicada a Jorge Oteiza. Es la suma de varios factores. Por un lado, la amistad que la mayoría de estos artistas mantuvieron con Salvador Victoria y que pervive a través de su viuda Marie-Claire Decay. Eso facilita que los artistas, o sus herederos, se brinden encantados a participar en nuestras exposiciones. En otros casos, como el de Jorge Oteiza, ha sido fruto de largas negociaciones y gracias a la sintonía con el director del Museo Oteiza, Gregorio Díaz de Ereño, con el que hemos participado en varias actividades conjuntas previas. Por otro lado, y tanto o más importante que esta disponibilidad de los artistas, lo que nos permite mantener este nivel expositivo del museo son los bajos costes de personal: toda la actividad del museo la desarrolla un reducido grupo de personas que a menudo trabaja sin cobrar o cobrando muy poco, cuando llega alguna subvención. Nuestros recursos económicos están muy alejados de las grandes partidas de dinero que reciben otras fundaciones. No recibimos ni un euro de los fondos FITE, por ejemplo, como sí lo hacen otras fundaciones de la provincia dedicadas a la conservación del patrimonio de la Iglesia. Nuestro presupuesto anual, puedo decirlo así, es ridículo. El museo funciona gracias a unas pocas personas que dedican su tiempo y su esfuerzo a trabajar en este proyecto después de su jornada laboral. Prácticamente es un voluntariado, que permite que el museo siga vivo en estos tiempos de crisis y de vacas flacas, pero no deja de ser una anomalía laboral y un riesgo para su continuidad. El patronato de la Fundación debería ser realista y pensar que esta buena voluntad no va a durar siempre: las personas se cansan y tienen derecho a invertir su tiempo y su energía en otros proyectos cuando no ven interés en las instituciones por solucionar una situación que dura ya muchos años. ¿Que tiene el Museo Salvador Victoria, para que los más importantes artistas cedan sus obras temporalmente? R. Poco a poco, a lo largo de estos once años de funcionamiento, hemos mantenido una línea de trabajo seria y coherente, centrándonos en la corriente abstracta y procurando cumplir todas las condiciones y requisitos necesarios para merecer la confianza de los artistas, coleccionistas o museos que nos ceden sus obras temporalmente. Algunos de ellos muy exigentes, por cierto. En este sentido ha sido clave la colaboración de la Diputación Provincial de Teruel, a través del Museo de Teruel, que nos ha ayudado desde el principio con el servicio del transporte y el seguro de las obras. Los artistas que exponen aquí comprueban que las cosas se hacen con garantías de todo tipo y además se encuentran muy a gusto: el museo es un lugar acogedor y procuramos que se sientan como en casa durante la inauguración y en las visitas posteriores. El prestigio adquirido se ha traducido en un incremento del número de solicitudes que recibimos para exponer, sin que podamos atender a todas ellas, ya que sólo programamos tres al año. ¿Qué suponen las exposiciones temporales para el museo? R. Por un lado, cumplir con uno de los objetivos del museo: la difusión del arte contemporáneo más allá de los fondos de la colección permanente. Con las exposiciones temporales el museo se mantiene vivo, se abre a otros artistas y movimientos y renueva el interés de sus seguidores y de los medios especializados, que vuelven a visitarnos en cada nueva muestra. Por otro lado, contribuyen a contextualizar la obra de Salvador Victoria con la de otros artistas y otras corrientes de la época actual. Con cada nueva exposición el museo se da a conocer entre más personas, en especial en las colectivas, a las que acuden un nutrido grupo de especialistas e interesados por el arte contemporáneo: artistas, coleccionistas, críticos de arte, etc., atraídos por su interés hacia alguna o varias de las obras expuestas. Por cierto, ¿qué exposiciones hay programadas para 2015? Cada año programamos tres exposiciones temporales. Acabamos de inaugurar la primera de ellas: “Trazos sensibles”, una exposición colectiva de 28 obras pertenecientes a la colección Ars Citerior, con el denominador común de la abstracción lírica. La muestra reúne a un elenco de jóvenes artistas como Daniel Verbis, Manuel Blázquez, Robert Ferrer i Martorell, o Albano, junto a otros ya consagrados como José Manuel Broto, Miguel Ángel Campano, José Mª Yturralde, Francisco Farreras o Mitsuo Miura, y un grupo de históricos que, aunque ya no están entre nosotros, podemos seguir disfrutando de sus obras, como José Guerrero, Hernández Pijuan, Ràfols Casamada, Antoni Clavé o Vicente Esteban. Podrá visitarse hasta mediados de junio. La segunda exposición se desarrollará entre junio y septiembre y estará dedicada a Amelia Moreno, una pintora de sutiles trazas expresionistas que vivió y trabajó entre Madrid, Nueva York y Quintanar de la Orden, su localidad natal, en la que falleció en 2011. Allí fundó un centro de arte en una de las naves de la antigua fábrica de licores de su padre: “El Dorado”. Un interesante proyecto cultural en el medio rural que sigue vivo gracias a su marido David Cohn, y en el que participamos el pasado año con una exposición de alumnos de Salvador Victoria que rindieron homenaje a su profesor en el XX aniversario de su fallecimiento. La última muestra de 2015 se inaugurará en octubre y reunirá una selección de las enigmáticas composiciones de la pintora Águeda de la Pisa, que formó parte junto a Salvador Victoria de Ruedo Ibérico, un grupo de artistas fundado en los años 80 por el pintor Luis Caruncho y el escritor José Manuel Caballero Bonald. ¿Cómo se mantiene un museo localizado en un municipio, fuera de los circuitos urbanos, como es el caso de Rubielos de Mora (Teruel)? Ese alejamiento condiciona notablemente nuestra actividad. No es fácil atraer a un público numeroso hasta un pueblecito de 700 habitantes situado en un rincón del sur de Aragón. Sin embargo, en cada inauguración el museo se llena. Con el tiempo se ha constituido un grupo de incondicionales que esperan impacientes cada nueva exposición, al que se van incorporando nuevos seguidores después de descubrir el museo en alguna de sus actividades. Ni que decir tiene que la existencia del museo no sería posible sin el soporte que brinda el ayuntamiento de Rubielos de Mora, con su alcalde Ángel Gracia a la cabeza, en el mantenimiento del edificio: luz, calefacción, limpieza, etc. El Museo Salvador Victoria, recibe visitas de particulares interesados en la obra de Salvador Victoria, pero también de grupos y colectivos, ¿cómo se lleva a cabo esa labor de difusión? Desde hace varios años estamos presentes en las redes a través de nuestra página web www.salvadorvictoria.comy nuestro muro de Facebook: www.facebook.com/museo.salvador.victoria, una manera muy eficaz de dar a conocer nuestras actividades puntualmente y mantener informados a todos aquellos interesados en nuestro proyecto museístico. Tenemos también un amplio listado de direcciones de correo electrónico que reciben puntualmente información sobre nuestras actividades, que se va incrementando continuamente. Cada vez son más los colectivos que solicitan visitar nuestras instalaciones después de conocernos a través de la Red. Además de los colegios e institutos de la comarca, y algunos del resto de la provincia, hemos recibido grupos del colectivo de Enfermería, de la subdelegación del Gobierno en Teruel, de profesores de la Universidad Politécnica de Valencia, del Grado en Bellas Artes de la Universidad de Zaragoza, de la Asociación de Amigos del Centro de Arte Reina Sofía de Madrid... y otros muchos. La Oficina de Turismo de la localidad también coordina visitas al museo con familias, grupos de turistas o de la Tercera Edad. ¿Cómo se percibe la actividad expositiva del museo fuera de Aragón? Gracias a las ediciones electrónicas de los diarios y de la prensa especializada, nuestra actividad se difunde a nivel nacional por Internet. También hemos aparecido en varias ocasiones en programas e informativos de ámbito nacional, tanto en radio, como “El ojo crítico” de RNE, como en televisión, en los informativos de TVE. La propia revista digital de AACA y de AECA son también excelentes altavoces de la actividad que genera nuestro museo, cuyos efectos se van notando poco a poco. El origen de nuestros visitantes es mayoritariamente de fuera de Teruel. Tenemos grupos fijos de interesados que acuden a propósito a Rubielos en cada nueva exposición, principalmente de Elche, Valencia, Castellón y otros puntos del arco mediterráneo. También de Zaragoza, Madrid y sus alrededores: Guadalajara, Toledo, Ávila… Pese a la lejanía y a la dificultad de las comunicaciones, son fieles seguidores que se encargan por sí solos de hacer una buena difusión de nuestra actividad. Son grupos que programan su visita como un fin de semana completo en Rubielos, con el consiguiente gasto en alojamiento, comidas, etc. La hostelería local está encantada y algunos establecimientos ya colaboran con nosotros en determinadas actividades. Con las exposiciones de Chillida y Oteiza, se registró una gran afluencia de visitas de Euskadi y Navarra. Es importante hacer las cosas muy bien para que luego sean buenos embajadores en su tierra. El museo es un lugar vivo con una destacada agenda de actividades. ¿Cuáles son las líneas que persiguen? R. El museo ha supuesto una importante inversión económica y con el tiempo se ha convertido en un valioso recurso cultural que hay que dotar de contenido continuamente. Junto a las visitas a la colección permanente y las exposiciones temporales, programamos cursos de pintura y grabado en la Universidad de Verano de Teruel, conferencias, presentaciones de libros, conciertos de música clásica en el periodo estival… el objetivo es consolidar el museo como un lugar de encuentro para los amantes de la cultura, poner a la disposición de profesores y estudiantes de los centros docentes nuestros recursos, como la biblioteca especializada en el arte abstracto español, y que Rubielos de Mora se sienta orgulloso de la actividad que despliega el museo de su célebre paisano. Para terminar ¿que supone el premio de la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte? R. No ha podido llegar en mejor momento. Con la situación de desidia y apatía de las instituciones hacia la cultura en general y al arte contemporáneo en particular, es fácil desanimarte y venirte abajo. Este galardón ha sido una inyección de energía para continuar trabajando y un estímulo para superarnos. También la satisfacción de saber que en la metrópoli aragonesa, un colectivo de especialistas en arte como es la AACA, se haya fijado en la actividad que se desarrolla en Teruel, en el medio rural y en un proyecto con tan pocos recursos como el nuestro. En ese sentido, estaremos siempre agradecidos.
Desirée ORÚS
Vicepresidenta de la AACA, miembro de AECA Y AICA. Fecha de Entrega: 27/03/2015 Fecha de Admisión: 27/03/2015 << volver ![]() |
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